Además de extender el estado de emergencia y el toque de queda, el mandatario chileno Sebastián Piñera declaró que "estamos en guerra, contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, incluso cuando significa pérdidas de vidas humanas".
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