Cuatro personas murieron en la ciudad californiana de Los Ángeles en tres tiroteos protagonizados por un mismo individuo. El presunto atacante, ya capturado por la Policía, disparó primero contra su padre y su hermano y luego mató a una mujer en una gasolinera. Posteriormente, acabó con la vida de otro hombre en una estación de autobuses, hiriendo asimismo a otras dos personas.
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