Drones derribados cerca de base rusa fueron de origen occidental

Al menos cinco drones derribados cerca de la base rusa en Latakia (noroeste de Siria) eran de origen occidental, reveló una fuente militar del Ejército sirio.

En declaraciones concedidas este lunes a la agencia rusa de noticias Sputnik, la fuente siria ha señalado que más de cinco vehículos aéreos no tripulados (drones) no identificados, que fueron destruidos el 30 de junio cerca del aeropuerto de Hmeimim —en la ciudad de Yableh—, realizaban “probablemente una misión de reconocimiento”.

“En un examen más detallado quedó claro que las partes de los vehículos aéreos no tripulados se fabricaron en países occidentales”, ha dicho la fuente siria.

Detalla, asimismo, que los drones eran invisibles a los radares convencionales, dado que estaban hechos de madera, plástico y materiales modernos e innovadores. Sin embargo, agrega que a pesar del uso deliberado de tales tecnologías de innovación, las aeronaves fueron detectadas por los militares rusos.

Precisa también que, primero, los drones fueron rastreados por fotodetectores fabricados en Rusia y, luego, las Fuerzas de Defensa Nacional de Siria (NDF, por sus siglas en inglés)  —que específicamente tienen la tarea de proteger la zona que rodea la base rusa de Hmeimim—  destruyeron los aviones no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés).

“Después de que los efectivos de las NDF entendieron que los drones volaban a baja altura, derribaron dos con la ayuda de fusiles de asalto Kalashnikov”, ha añadido.

A finales de diciembre de 2017, Rusia estableció un contingente militar permanente en Hmeimim y otro en una base naval en el puerto de Tartus (oeste). Todo el material bélico que Moscú ha llevado a Siria lo usa en la campaña antiterrorista en la que participa desde septiembre de 2015, a petición del Gobierno de Damasco.

Tanto la base aérea de Hmeimim como la base naval de Tartus en el país árabe fueron objeto de ataques terroristas el pasado 6 de enero, por medio de 13 aparatos voladores no tripulados. En esa ocasión, los militares rusos lograron destruir siete de los drones y hacerse con el control del resto.