La fuente ha explicado, este domingo, que los ataques nocturnos lanzados contra las sedes de Daesh, instaladas en concreto en Al-Yarmuk, Qadam y Hajar al-Aswad, se produjeron después de que los extremistas takfiríes se negaran a aceptar abandonar la zona junto a sus familias, además de plantear nuevas exigencias.
Mientras la Fuerza Aérea rusa bombardeaba las posiciones terroristas en el sur de la capital siria, las unidades del Ejército sirio y sus aliados trataron de penetrar en el campo de refugiados de Al-Yarmuk, desde el norte, y en Qadam, desde el oeste. Esta operación forma parte de la promesa que le hiciera Moscú al Gobierno sirio de contribuir a la lucha antiterrorista.
Al-Masdar News ha corroborado, asimismo, el estallido de enfrentamientos entre las fuerzas sirias y los extremistas takfiríes de Daesh en las zonas en conflicto.
Fuentes locales, por su parte, han confirmado la continuación de la operación antiterrorista del Ejército sirio, en la que se usan proyectiles de mortero y artillería pesada, entre otros tipos de armamentos.
Las fuerzas terrestres y aéreas de Siria iniciaron el pasado jueves una gran operación contra el último feudo terrorista cerca de Damasco, unos días después de haber expulsado a los terroristas y a los grupos armados de la región de Guta Oriental, al este de la capital siria.
Miembros de Daesh irrumpieron en abril de 2016 en Al-Yarmuk, en el sur de Damasco, y se hicieron con el control de gran parte del campo de refugiados palestinos, donde aun viven 18.000 refugiados de los 160.000 que había antes de la crisis siria, iniciada en 2011. La mayoría de los residentes ha huido de la zona.
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