Un tornado sacudió Port Orchard, a 21 kilómetros al oeste de Seattle, causando graves daños a varias casas en esta ciudad estadounidense de 14.000 habitantes.
La tormenta trajo también rachas de nieve, arrancando los tejados de algunos edificios y esparciendo montañas de escombros por las calles, además de provocar la evacuación de varios de los residentes locales por temor a una fuga de gas.
El tornado fue catalogado como categoría EF1, lo que significa que los vientos alcanzaron al menos 138 km/h.
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